COMUNICADO
DE PRENSA
EMBAJADA BRITANICA MANDA OBSERVADOR A APELACION
Las
anomalías del antiguo sistema procesal en Chile y los
renovados intentos de recortar las investigaciones de delitos
de derechos humanos pueden dejar impunes a los asesinos del
Padre Miguel Woodward
y de muchas otras víctimas en Valparaíso.
La Corte de Valparaíso escuchará el viernes
4 de febrero los alegatos de los abogados que actúan
por Patricia Woodward, hermana de Miguel, en su apelación
contra la resolución de la Ministro en Visita Gabriela
Corti quien cerró el caso, sin inculpaciones, el 16
de noviembre pasado. Patricia alega que su hermano fue torturado
y asesinado por la Armada de Chile el 22 de septiembre de
1973. Los acusados incluyen tres Almirantes en retiro y un
ex-Vicario General de la diócesis de Valparaíso.
En su resolución de sobreseimiento la Ministro Corti
hizo caso omiso de las pruebas que había acumulado.
Tras mas de tres años de investigaciones esporádicas,
había determinado de repente que eran inválidas
las acusaciones de genocidio y terrorismo de estado puesto
que "no se encuentran configurados en la legislación
penal chilena". En cuanto a los demás cargos (incluido
secuestro, tortura, y homicidio) consideró que habían
prescritos. Rechazó el concepto del secuestro como
delito permanente y lo caracterizó, en cuanto al caso
de Miguel Woodward, como un "delito imposible".
Tales determinaciones entran en abierta contradicción
con lo dispuesto por la Sala Penal del Tribunal Supremo un
día después de la resolución de la Ministro
Corti en el caso de Miguel Angel Saandoval, el 17 de noviembre.
Además, es contrario a las obligaciones internacionales
del gobierno chileno tanto dentro de los términos del
lConvenio de Ginebra, que sí ha sido firmado y ratificado
por Chile, como de otras Convenios y Acuerdos igualmente aplicables
en Chile.
Miguel Woodward tenía doble nacionalidad, chilena y británica,
y en Inglaterra se sigue con atención el desarrollo de la
causa. La embajada británica enviará un "observador" para
presenciar los alegatos el día 4 de febrero y en diciembre
último el miembro de la Camara de los Comunes Jeremy Corbyn
presentó una pregunta parlamentaria sobre la causa y pidió
que se debatiera el asunto. Además, la Conferencia de Obispos
Católicos de Inglaterra y País de Gales también ha apoyado
los intentos de aclarar las circunstancias de la muerte del
Padre Miguel Woodward.
Dentro de Chile, sin embargo, la causa de Miguel Woodward
ha tenido que enfrentarse con sucesivos intentos por el gobierno
chileno y las autoridades judiciales para acelerar el cierre
de todos los casos de derechos humanos. Al fin de 2004 la
Armada tuvo que admitir, ante la abrumadora evidencia aportada
por la Comisión Valech, que se había torturado en la Esmeralda.
Sin embargo, a pesar de que Miguel fue visto, maltratado y
en estado de coma en la Esmeralda poco antes de morir, la
Armada sigue sin entregar información sobre las circunstancias
de su muerte (el certificado de defunción, emitido por el
Hospital Naval, dice que fue encontrado "en la vía pública").
Tampoco ha informado sobre el sitio de su entierro, que fue
en una tumba individual y no en una fosa común como inicialmente
se trató de hacer creer a los familiares de Miguel. En cuanto
al gobierno de Chile, ha alabado a la Armada por su propuesta
de realizar un acto simbólico de "desagravio" en la Esmeralda
y no les ha pedido nada más.
En cuanto a los altos mandos responsables de la muerte de
Miguel, en diciembre ultimo, cinco días después de haber aparecido
en la prensa británica una referencia al Almirante (R) Guillermo
Aldoney, éste concedió una entrevista a "La Segunda", rompiendo
un silencia de 31 años. La parte introductoria de la entrevista
dice lo siguiente:
"Jefe de la Primera Zona Naval (Valparaíso) el 11 de septiembre
de 1973, estaba dispuesto a llevarse a la tumba lo que a estas
alturas sólo él puede contar, pues por diversas razones quienes
tenían altas responsabilidades de mando en la época no pueden
relatar lo sucedido".
Fred Bennetts, esposo de Patricia Woodward, especula con que
esas palabras representan un mensaje cuyo fin es recordar
a otros antiguos mandos de la Armada la existencia de un pacto
de silencio. Más específicamente, cree que podría
ir dirigido al Almirante (R) Jorge Martínez Busch (actual
Senador de la República) que en 1990, siendo Comandante
en Jefe de la Armada, pudiera haber conseguido que se suprimiera
el testimonio que el Almirante Aldoney dio a la Comisión
Rettig. Una copia de dicho testimonio revelador emergió
hace un año en los papeles presidenciales custodiados
por la Corporación Justicia y Democracia .
Si la Corte de Apelaciones de Valparaíso no revoca la resolución
de la Ministro Corti, Patricia Bennetts recurrirá al Tribunal
Supremo. Además, Patricia y su marido quieren dar a conocer
unos hechos, resultados de sus propias investigaciones, sobre
otros casos de tortura y asesinato por la Armada en Valparaíso.
Hace un año trataron, sin éxito, que la Ministro Corti actuara
de oficio sobre sus denuncias a este respecto.
Tales hechos incluyen testimonio referente a que los marinos
ocuparon un cementerio por las noches después del golpe
y botaron cuerpos a una fosa común. A esa fosa, según
testigos, acudían perros como "manadas de lobos" (según
testimonios en autos), atraidos por los cuerpos. La cifra
oficial de muertos y detenidos desaparecidos en Valparáiso
suman 162 pero Fred Bennetts, que cita entre sus fuentes al
Almirante Jorge Arancibia, cree que podrían haber sido
muchos más.
Hay abiertas unas 20 querellas en la V Región presentadas
por familiares de víctimas a pesar de los obstáculos
que fueron puestos en su camino y muchos de ellos datan de
hace varios años. En el caso de todas ellas la investigación
es de la responsabilidad de la Ministro Corti, Ministro en
Visita sin dedicación exclusiva, y, si nada lo impide,
dentro de 6 meses, de acuerdo con la reciente "Orden" del
Tribunal Supremo, todas se cerrarán.
Contacto: FRED BENNETTS (Tel. 32-615463)
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