Lo
siguiente es un extracto del artículo por Sergio Ramírez
que publicó el servicio noticiero de Internet Instituto
Cono Sur el 15 de enero 2002.
En
su declaración ante el juez Juan Guzmán (26.12.1999),
el ex oficial de Ejército Pedro Rodríguez Bustos
proporcionó nuevas pruebas que incriminan oficiales
militares en las ejecuciones sumarias en La Serena en octubre
de 1973. La declaración que se ha guardado en el cuaderno
secreto que maneja el magistrado, fue dada a conocer a fines
del año 2001.
Pedro
Rodríguez, ex integrante de los aparatos represivos
de Pinochet, posee importante información sobre los
crímenes del período dictatorial. Fue ayudante
del ex jefe operativo de la CNI, Alvaro Corbalán, y
luego trabajó con él en el movimiento fascista
Avanzada Nacional.
En
su declaración, Rodríguez dice que escuchó
de dos de sus compañeros de armas, los subtenientes
Guillermo Raby Arancibia y Julio Lafourcade, cómo el
grupo de oficiales que viajaba en el helicóptero Puma
fusiló, por expresas órdenes del general (R)
Sergio Arellano Stark, a un grupo de 15 personas que estaban
detenidas en la cárcel de La Serena. Las revelaciones
comienzan con el arribo a La Serena del helicóptero
a principios de octubre de 1973. En él viajaba el general
Arellano junto a Pedro Espinoza, Armando Fernández
Larios, Marcelo Moren Brito, Sergio Arredondo y el mayor Juan
Chiminelli.
Rodríguez
señala que Arellano se reunió con el comandante
del regimiento Arica de La Serena, Ariosto Lapostol Orrego
y que Arellano había ordenado revisar inmediatamente
los procesos de los que, a su juicio, eran los más
pesados". Se obedeció su orden y el fiscal militar,
"un mayor de Carabineros de apellido Cazanga," entregó
los antecedentes a Arellano Stark. Este se reunió con
el comandante Lapostol y los integrantes de la Caravana y
determinaron traer al regimiento desde la cárcel de
La Serena a 15 presos políticos.
"Así
es como fueron trasladados desde la cárcel hasta el
sector de los boxes de vehículos livianos y otros a
la sección de inteligencia. Luego de eso fueron llevados
al polígono de tiro de pistola, ubicado en el faldeo
del cerro, a los pies de la sala de banda", relata Rodríguez.
En ese lugar, Arellano Stark citó a todos los oficiales
del regimiento, junto a los miembros de la comitiva. Estos
últimos fueron "quienes oficiaron como pelotón
de fusilamiento, ejecutando a los quince detenidos", asevera
el ex oficial.
"Sin
embargo, Arellano Stark inmediatamente ordenó a los
oficiales del regimiento (ninguno de los cuales había
participado como fusilero) concurrir al lado del ejecutado
para descerrajarle un tiro de gracia si era necesario, ante
lo cual así ocurrió", insiste Rodríguez
y, nombra varios de los oficiales del regimiento que debieron
dar el tiro de gracia, entre ellos a Juan Emilio Cheyre, quien
asumirá como comandante-en-jefe del Ejército
en marzo 2002. Los cuerpos fueron trasladados hasta el cementerio
municipal, donde fueron inhumados en una fosa común
y tapados con cal viva. Al día siguiente, La Caravana
de la Muerte siguió con destino al norte.
Otros
Crimenes Cometidos en La Serena
Rodríguez
entrega también antecedentes sobre los asesinatos de
José Segundo Rodríguez Torres y José
Rodríguez Acosta, padre e hijo, ejecutados el 1 y 8
de noviembre de 1973, respectivamente, en el mismo Regimiento
Arica de La Serena.
En
efecto, José Rodríguez Acosta fue detenido (30.10.73)
por personal de la sección de Inteligencia del regimiento,
a cargo del entonces capitán Fernando Polanco Gallardo
y del sargento Silva y el cabo primero Fernández.
En
este crimen participa también Osvaldo Pinchetti, quien
Pinchetti fue el encargado de hipnotizar a José Rodríguez
hijo.
(Pinchetti
fue llamado en la década de los '80 el "Doctor Tormento"
por sus actividades represivas. Reclutado para hipnotizar
los prisioneros por el capitán Fernando Polanco, Pinchetti
lanzó su carrera de hipnotizador para las fuerzas represivas
en La Serena. Fue onocido como hipnotizador vinculado al asesinato
de Juan Alegría Mundaca (1983), delito cometido para
encubrir el crimen del dirigente sindical Tucapel Jiménez..
Había. El "Doctor Tormento" siguió su actividad
criminal en la DINA, para terminar en la CNI. Actualmente
está condenado a 10 años por el crimen de Alegría
Mundaca.)
Este
joven fue interrogado y ejecutado en el regimiento Arica de
La Serena", dijo Rodríguez. Además, agrega:
"Se
dio como explicación que en un traslado interno dentro
de la unidad intentó fugarse, ante lo cual se le
dio muerte en su huida, al tratar de recapturarle, hecho
que no fue así por cuanto todos los traslados de
las personas detenidas que me tocó presenciar o custodiar
como oficial de guardia de la época lo hacían
con la vista vendada y las manos atadas".
Rodríguez
concluye aseverando que, por haber trabajado como secretario
de fiscalía, "me cercioré [que el joven ejecutado]
no tuvo un proceso ajustado a derecho".
Pero
la tragedia no termina allí para la familia Rodríguez.
El padre, José Rodríguez Acosta, concurre al
regimiento para saber el paradero de su hijo. Lo dejan detenido.
El personal de inteligencia determina su ejecución
el 8 de noviembre de 1973, "vale decir, al día siguiente
en que se presentó al regimiento para saber sobre su
hijo", señala el declarante, junto con asegurar que
en estos ajusticiamientos participaron "en forma activa el
comandante del regimiento, Ariosto Lapostol, el capitán
Fernando Polanco Gallardo y los suboficiales antes mencionados".
Rodríguez
también da a conocer detalles inéditos sobre
los asesinatos del ciudadano argentino Bernardo Lejderman
Konoyoica y María del Rosario Avalos Castañeda,
de nacionalidad mexicana. Al respecto, declara el ex oficial:
"Un
informante llegó hasta la unidad de inteligencia
del regimiento Arica de La Serena, manifestando que esta
pareja portaba armas y explosivos con los que pretendían
abandonar el país". Los supuestos terroristas se
encontraban en la ciudad de Vicuña. Encargados de
la operación fueron los miembros del aparato de inteligencia
al mando del capitán Polanco. El informante les indicó
donde se escondían. "Se supo que sin mediar enfrentamiento
alguno fueron ejecutados. Lo que le manifestó a la
opinión pública fue que se habían suicidado."
Sus
cuerpos fueron enterrados en el mismo lugar. Las osamentas
de María del Rosario fueron desenterrados en 1974,
y las de Lejderman en agosto de 1990. La responsabilidad criminal
del jefe del regimiento es indudable. Así lo señala
Rodríguez:
"Estos
hechos deben haber estado en conocimiento del comandante
del regimiento, Ariosto Lapostol, ya que todos los movimientos
de esta unidad y órdenes a cumplir eran privativos
de él".
Encubren
a Criminales
En
varias ocasiones, recientemente en una entrevista con Canal
13 de TV, Ariosto Lapostol ha rechazado que los oficiales
a su cargo hubieran participado en los fusilamientos de 15
personas perpetrados por la Caravana de la Muerte. Asimismo,
niega que alguien de su regimiento hubiera participado en
la ejecución dando un tiro de gracia a uno de fusilados
por orden de Arellano Stark. ... Menos justifica los otros
cuatro asesinatos denunciados por Rodríguez. El ex
comandante del regimiento de La Serena asegura:
"Yo
le ordené en forma taxativa al entonces teniente
[Juan Emilio] Cheyre (hoy la sexta antigüedad del Ejército)
que ninguna persona ni ningún oficial ni suboficial,
cabo, sargento, soldado, participara en nada, ni en un consejo
de guerra, [que estuviera] a la orden del general Arellano".
Sin
embargo, confirmó que las personas que fueron fusiladas
fueron elegidas por Arellano para ese propósito.
El
Alto Mando del Ejército también trata de encubrir
a Pinochet y demás asesinos. En un comunicado oficial
manifiesta su malestar por la publicación de parte
del cuaderno secreto del juez Guzmán. Descarta evidencia
de que oficiales en servicio activo hayan tenido participación
en las ejecuciones ilegales del pasado y advierte:
"Sin
perjuicio de lo anterior, la institución y el personal
afectado se reservan el derecho de deducir las acciones
legales que fueren procedentes, en reinvindicación
de su honra y del prestigio del Ejército..."los oficiales
en servicio activo que se mencionan no han tenido participación
directa o indirecta en los sucesos mencionados, por lo tanto,
estas afirmaciones no corresponden en absoluto con la verdad
de los hechos".
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