Palabras
invocadas en Sheridan Circle, Washington, D.C.
por Fabiola Letelier Del Solar
17
septiembre 2006
Me
conmueve mucho encontrarme nuevamente en Sheridan Circle,
unida con queridos amigos, colegas de mi hermano, familia
y representantes del gobierno chileno. Año tras año
nos hemos reunido en este lugar donde las lagrimas sembraron
la memoria permanente de las vidas de Ronni y Orlando. Acá
además hemos sembrado la semilla de la determinación
de continuar luchando para los principios que Orlando también
luchó: la justicia, solidaridad, paz, y la construcción
de una sociedad en la cual se disminuye la brecha entre el
rico y el pobre.
Después de unos meses reunido con su esposa y hijos
en Caracas, al liberarse de la prisión, mi hermano
y su familia se trasladaron a los Estados Unidos en el año
1975 para trabajar con el Institute for Policy Studies. Nuestro
tío Edmundo Del Solar, quien fue muy cercano a Orlando,
le preguntó, preocupado, si por fin abandonaría
su oposición tan ariesgosa en contra de la dictadura.
Orlando lo miró sorprendido y le respondió,
"Miles de hombres, mujeres y niños han sufrido
y seguirán sufriendo miseria, degradación y
la crueldad que caracteriza la tiranía que se apoderó
de Chile."
Agregó, "Mi vida es el precio que estoy dispuesto
a pagar si es que ese sacrificio de alguna manera aliviara
los tremendos problemas y desafíos que enfrenta mi
pueblo."
Como si se diera cuenta que le quedaba poco tiempo de vida,
Orlando fue un hombre impulsado durante el año y medio
antes de ese día de otoño del septiembre de
1976, un día tal como hoy. Viajando incansablemente
por todo Europa y los Estados Unidos, apeló a personas
de conciencia a que lucharan a derrumbar la dictadura que
tenía a Chile en su mano de hierro.
Para el movimiento de derechos humanos Orlando encarna todos
los abusos de derechos humanos. Primero, Orlando, quien al
momento del golpe fue Ministro de Defensa, fue detenido sin
orden de detención y nunca fue acusado de ningún
delito. Con solo la ropa que tenía puesto, le enviaron
junto con los demás ex autoridades de gobierno a la
Isla Dawson Island en el sur de Chile donde vientos helados
soplaban mientras hacían trabajo forzado. Presión
internacional de 16 naciones obligó a la dictadura
exiliarlo, deprivandolo del derecho de vivir en su propio
país.
El 10 de septiembre del 1976 la Junta Militar le deprivó
de la nacionalidad chilena y 11 días después,
como no pudo silenciarlo, se atrevió perseguirlo a
esta ciudad capital para tomar su vida en el priner acto de
terrorismo internacional cometido en suelo de los Estados
Unidos.
Treinta años más tarde, la lucha por la justicia
en Chile está inconclusa. En los Estados Unidos, el
Departmento de Justicia con colaboración de IPS, en
1979 obtuvo sentencias de prisión por los autores materiales
de este crimen, pero no para los chilenos quienes planificaron
y ordenaron el asesinato. En Chile la primera sentencia en
nuestra historia por las graves violaciones de derechos humanos
cometidas por el regimen de Pinochet fue la sentencia en 1995
de la Corte Suprema que condenó a los autores intelectuales.
Yo fui abogada querellante en ese proceso. Ese fallo dio una
luz de esperanza que la justicia fuese posible en Chile, pero
las sentencias de 7 y 6 años no fueron proporcional
a la magnitud del crímen.
Hoy día es posible que por fin existan las condiciones
para obtener justicia plena para Orlando. El 5 de octubre
voy a alegar ante la Corte de Apelaciones de Santiago para
deprivar a Augusto Pinochet de imunidad para así enjuiciarlo
en un proceso que es clave. Me refiero al caso relacionado
al secuestro y homicdio de Eugenio Berrios, ex quimico de
la DINA, por el Ejército de Chile, con colaboración
de sus pares uruguayos. Este hecho no aconteció durante
dictadura, sino en 1991, cuando Pinochet todavía era
comandante en jefe del ejército. El Ministro Alejandro
Madrid ha comprobado que Berrios,quien elaboró el gas
sarín, fue sacado de Chile para evitar una orde de
la corte a que declararese en el caso Letelier case. Ahora
sabemos que el plan inicial de la dictadura fue matar Orlando
con gas sarin.
Necesitamos el apoyo de los Estados Unidos para reabrir el
caso Letelier en Chile. Con la excepción de algunos
pocos documentos, los archivos relacionados al caso Letelier
no han sido desclasificados. Este es el momento propicio para
desclasificar documentos del Departmento de Estado y de la
CIA que puedan permitirnos reabrir el proceso. También
nos hace falta mayor coordinación entre autoridades
judiciales en ambos países como también abogaods
en los Estados Unidos que nos pueden apoyar.
Ahora más que nunca los Estados Unidos deben hacerse
socio con Chile, América Latina y el mundo en una sociedad
globalizada que mantiene el respeto universal para los derechos
humanos. Tanto Chile como los Estados Unidos deben ratificar
los Estatutos de Roma y la Corte Penal Internacional. Como
socios globales, debemos hacer respetar las normas internacionales
que protegen la democracia y los derechos humanos en cada
rincón del planeta. La lucha contra la impunidad y
la permanencia de un movimiento de derechos humanos energético
son la mejor garantía que no se logrará seguridad
a costo de justica y democracia.
Quisiera concluir dando voz a las palabras que mi madre envió
a Orlando en Isla Dawson Island. Orlando se emocionó
con estas palabras de nuestra madre. Después, en el
exilio, dobló el papel con el poema escrito y lo dejó
en su billetera. Allá se le encontraron en el bolsillo
sobre su corazón, cuando fue asesinado.
HIJO
MIO
Hijo
Mio! En estas largas noches
En
estos días grises que se arrastran
Con
lentitud desesperante, siento
Que
tu recuerdo me estrangula el alma
Y
solo sé llamarte en cada instante
Tengo
necesidad de tu presencia
De
tu sonrisa, de tu voz amada.
De
la noblezza que tu ser encierra
De
la ternura que hay en tu mirada
Y
acurrucada entre las sombras, lloro
Por este injusto juego del destino
Que
ha querido ponerte en el camino
La
corona de espina y la cruz.
Y
ene ste Gólgota que va subiendo
Con
la altivez serena de los justos
De
los honrados y de los valientes
Preguntarás
con ansiedad creciente
Cual
es la causa que motivó
Este
largo martirio inexplicable
Cuyas
razones, no comprende el mundo
Ya
que inspira el odio mas profundo
A
la justicia y a la libertad
Y solo Dios en su bondad divina
Juzgará
que tu gesto al entergarte
Por entero a esta tierra que tu amaste
Era
inspirado por un noble ideal
Lo
diste todo, no pediste nada
Con
mano abiera y corazon entero
Un presente magnifico y valiente
Arrojaste
a la vera del sendero
Por
servir a tu Chile bienamado
Y
por ver en cada hombre un compañero
Y
yo que se del batallar constante
Que
ello significa en tu joven vida
Y
que te ví marchar siempre adelante
Lleno de triunfos, con la frente erguida
Hoy
me pregunto si tus sacrificios
Comprenderán
los que te están juzgando
Se
que de esta dura prueba
Saldrás
si ello es posible, mas humano
Porque
el dolor como un fuego sagrado
Te
hará aun mas fuerte, mas purificado
Y
habrá un mañana esplendoroso y claro
Se cubrirán de flores los caminos
Y
rodeado de amor y de canciones
Caminarás
confiado en tu destino
Porque
los hombre como tu, hijo mio
Jamás
serán vencido.
Inés
del Solar, mother of Orlando Letelier
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